Mi posición siempre ha sido in removible. Por cuanto muchos intenten lograr que cambie de idea nunca lo han conseguido.
Entiendo perfectamente que la cultura española viva este ritual como algo más que un show puro y duro, aun así creo que las formas de pinchar el toro antes de que salga a luchar y la tortura al que viene sometido durante el espectaculo sean primitivas y demasiado brutales.
Francis Wolff, catedrático de Filosofía de la universidad de París redacta el arte de torear.
Cuestiona ¿Habría que impedirle al gato que deje de jugar con su presa herida antes de matarla?, esta claro que la pregunta no viene al caso dado que yo no pago para ver el gato maltratando su comida mientras la asesina.
via VICE.COM/ES
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